domingo, 5 de octubre de 2008

Pasión en la encrucijada

Escrito por José Cretario

Semana Santa 2008 - Cofradías: Pasión En la vida de una hermandad centenaria, pocas veces ocurre lo que está viviendo en estos días Pasión. Después de los oscuros años de exilio y tras la vuelta a un Salvador restaurado y lustroso ahora aparece ante los ojos del cuerpo social un anhelo antiguo y atractivo como es tener un templo propio o cedido en el corazón de la ciudad: San Hermenegildo.

La cesión al Parlamento de Andalucía está descartada por las gestiones subterráneas y las influencias que se han empleado. Ante este nuevo escenario y los deseos del Consejo por hacerlo su sede, la Archicofradía, que estaba antes en la fila de los que llamaban a la puerta es la primera que tiene que tomar una postura. Lo harán pasado mañana. Y si magnífica es una opción, mejor es la otra y viceversa, de ahí el carácter trascendental de la decisión que deben tomar los hermanos de Pasión en el cabildo urgente y extraordinario convocado para el martes que viene, siete de octubre, en la Parroquia del Salvador. Quedarse en este remozado Salvador es bueno pero irse a San Hermenegildo también.

Si permanecen, se quedan en una Capilla propia con entrada independiente aunque dentro de la nueva dimensión cultural que va adquirir el templo, si se van al Señor de Pasión le podría rezar muchísima más gente que ahora, dado el enclave estratégico del antiguo templo soñado, aunque el traslado conllevaría la pérdida del patrimonio de la hermandad sacramental que se fusionó a principios del siglo XX esta con la de penitencia.

Pero hasta puede que en este aspecto le pasen la mano por lo alto debido al interés que tiene el Cardenal en recuperar espacios que antes fueron de la Iglesia como es San Hermenegildo. Irse o quedarse. No quisiera estar en el pellejo de los hermanos de Pasión porque tanto una cosa como la otra tienen su atractivo. Pero al margen del contenido, lo que más ha podido llamar la atención es la agilidad en la convocatoria de este cabildo.

La Junta de oficiales se reúne un jueves, el pasado, y aprueba la convocatoria para un martes, el que viene. En cinco días una hermandad puede tener resuelta una disyuntiva. A esto, unos le llaman prisa pero también se le llama adecuarse a los tiempos que corren y no esperar semanas o meses para adoptar una decisión de estas que marcan el futuro de una cofradía.

En los años 70 Pasión votó sí al traslado, tenían todo preparado para irse; Cayetano González hasta le diseñó un altar para la elipse del templo, pero, como se puede leer en el último número de la revista Pasión en Sevilla, la alta influencia de Doña María, la madre del Rey, evitó que la hermandad abandonara el lugar donde estaban enterrados sus padres. Ahora que ya no existen estas influencias, la encrucijada se debe resolver el martes. Intuyo que no va haber sorpresas y que el Consejo podrá seguir con sus planes de traslado, pero en todo caso de los hermanos de Pasión es ahora la voz y la palabra.

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